Toronto.- Canadá acusó el lunes al gobierno indio de homicidio y extorsión con la intención de silenciar a los críticos de India que viven en Canadá, intensificando una agria disputa que comenzó el año pasado con el asesinato de un activista sij.
Canadá expulsó al principal diplomático indio y a otras cinco personas, alegando que formaban parte de una vasta red criminal. India respondió con la expulsión de seis diplomáticos canadienses.
Los dos países han mantenido una intensa disputa tras el asesinato de un destacado clérigo sij, Hardeep Singh Nijjar, que el gobierno del Primer Ministro Justin Trudeau dijo en su momento que había sido orquestado por el gobierno indio.
Canadá alberga la mayor comunidad sij fuera de la India, una minoría religiosa que vive principalmente en el estado de Punjab, en el noroeste del país.
India ha afirmado que algunos sijs de Canadá participan activamente en un movimiento secesionista que pretende forjar una patria sij, conocida como Jalistán. Las autoridades canadienses afirmaron que sus investigaciones se centraron en la implicación del gobierno indio en una campaña dirigida contra activistas sijs canadienses.
Melanie Joly, ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, declaró que Canadá había emitido órdenes de expulsión el lunes contra los seis diplomáticos -incluido Sanjay Kumar Verma, alto comisionado o embajador de la India en Canadá- después de que el gobierno indio se negara a renunciar a su inmunidad diplomática para que participaran en las investigaciones canadienses.
Dijo que las fuerzas del orden canadienses habían identificado a los seis como «personas de interés» en el caso del asesinato del Sr. Nijjar.
La decisión de expulsar a estas personas se tomó con gran consideración», declaró la Sra. Joly, añadiendo que los investigadores habían “reunido pruebas amplias, claras y concretas”.
El gobierno indio ha negado con vehemencia las acusaciones de estar implicado en el asesinato del clérigo, y ha afirmado que el primer ministro Trudeau está complaciendo a la numerosa comunidad sij de Canadá para obtener beneficios políticos.
El lunes, Mike Duheme, alto funcionario canadiense encargado de hacer cumplir la ley, presentó duras acusaciones contra el gobierno indio, afirmando que había creado una red criminal dentro de Canadá para acosar e intimidar a los sijs, aunque dio pocos detalles sobre los delitos.
La investigación ha contado también con la ayuda del FBI, declaró el Comisario Duheme, que dirige la Real Policía Montada de Canadá.
«Una situación extraordinaria nos obliga a hablar de lo que hemos descubierto en nuestras múltiples investigaciones en curso sobre la implicación de agentes del gobierno de la India en graves actividades delictivas en Canadá», declaró el Comisario Duheme.
Añadió que la policía estaba tomando la inusual medida de hacerlo público «debido a la significativa amenaza para la seguridad pública en nuestro país.»
El Comisario Duheme declaró que sus agentes habían investigado e imputado a «un número significativo de individuos por su implicación directa en homicidios, extorsiones y otros actos delictivos de violencia».
Se habían producido más de una docena de amenazas creíbles contra la vida de miembros de la comunidad sij en Canadá.
Aunque no detalló los medios que las autoridades canadienses habían utilizado para reunir pruebas contra el gobierno indio y sus agentes, el Comisario Duheme afirmó que sus investigaciones habían revelado que dirigía una importante red de recopilación de información en Canadá utilizando a personas a sueldo.
Otros fueron obligados a ayudar mediante coacción, afirmó el Comisario Duheme.
«La información recopilada por el gobierno de la India se utiliza después para atacar a miembros de la comunidad del sur de Asia», afirmó.
Las acusaciones del Comisario Duheme supondrían graves infracciones de la ley y de las normas de conducta de un gobierno en territorio de otra nación.
Los servicios de inteligencia de India han sido acusados durante mucho tiempo de dirigir asesinatos selectivos de opositores dentro de países vecinos.
Las acusaciones de Canadá contra India en relación con el asesinato del Sr. Nijjar se vieron reforzadas por una investigación de Estados Unidos sobre un complot similar, que fracasó, contra un clérigo sij afincado en Estados Unidos.
El creciente distanciamiento entre India y Canadá se produce en un momento en que Estados Unidos, la Unión Europea y otros aliados de Canadá intentan cortejar a India como contrapeso a Rusia en la escena mundial.
Las nuevas acusaciones contra India también surgen cuando una comisión canadiense está investigando la injerencia de potencias extranjeras en la política nacional.
En junio, un informe parlamentario canadiense, basado en información facilitada por los servicios de inteligencia del país, identificó a China e India como los dos países que plantean el mayor riesgo de injerencia extranjera.
Kumar Verma calificó el informe de motivación política y rechazó sus conclusiones.
