La pausa en la aplicación de aranceles del 25 por ciento a la industria automotriz hasta el 2 de abril es un respiro temporal para México, Canadá y Estados Unidos, pero persiste la incertidumbre en el sector de autopartes, afirmó Alberto Bustamante, director general de la Agencia Nacional de Proveedores del Sector Automotriz (Anapsa).
La industria automotriz mexicana exporta 80% de su producción a Estados Unidos, lo que representa 20% de los autos que circulan en ese país. Además, la medida podría generar retrasos logísticos y disrupciones en la cadena de suministro, con un impacto estimado de 300 mil millones de dólares anuales para la región.
Este sector también alertó sobre el riesgo para más de 5 millones de empleos directos en los tres países, destacando que estos aranceles no solo aumentan los costos, sino ponen en riesgo la estabilidad laboral y la competitividad de la cadena automotriz, indicó ANAPSA.
De acuerdo con el ente empresarial, las autopartes representan 43% de las importaciones totales de Estados Unidos desde México. Su exclusión de la exención arancelaria preocupa a la industria, ya que podría encarecer los costos de producción y afectar la competitividad de la región.
