El Departamento de Justicia de Estados Unidos demandó este jueves a Apple, la primera gran iniciativa antimonopolio del gobierno de Joe Biden contra el fabricante del iPhone, alegando que monopoliza los mercados de teléfonos inteligentes.
Apple se une así a una lista de grandes empresas tecnológicas demandadas por los reguladores estadounidenses, entre ellas Google de Alphabet, Meta Platforms y Amazon, a lo largo de los mandatos tanto del expresidente Donald Trump como de Biden.
“Los consumidores no deberían tener que pagar precios más altos porque las empresas violan las leyes antimonopolio”, dijo el Fiiscal general Merrick Garland en un comunicado. “Si no se le cuestiona, Apple solo continuará fortaleciendo su monopolio de teléfonos inteligentes”.
El Departamento de Justicia, al que también se unió el Distrito de Columbia en la demanda, alega que Apple utiliza su poder de mercado para obtener más dinero de los consumidores, desarrolladores, creadores de contenidos, artistas, editores, pequeñas empresas y comerciantes.
La demanda, de 88 páginas y presentada ante el tribunal federal de Newark, Nueva Jersey, se centra en “liberar los mercados de teléfonos inteligentes de la conducta anticompetitiva y excluyente de Apple y restablecer la competencia para bajar los precios de los teléfonos inteligentes para los consumidores, reducir las tarifas para los desarrolladores y preservar la innovación para el futuro”.
Asimismo, la demanda aseguró que “Apple elige repetidamente empeorar sus productos para los consumidores con el fin de impedir que surja la competencia”, citando cinco ejemplos en los que la empresa utilizó mecanismos para suprimir tecnologías que habrían aumentado la competencia entre los teléfonos inteligentes: las llamadas “superaplicaciones”, las aplicaciones de juegos en nube, aplicaciones de mensajería, los relojes inteligentes y monederos digitales.
Por ejemplo, el Gobierno alega que Apple ha dificultado que las aplicaciones de mensajería y los relojes inteligentes de la competencia funcionen sin problemas en sus teléfonos. También alegan que las políticas de la tienda de aplicaciones de Apple en torno a los servicios de streaming para juegos han perjudicado a la competencia.
Apple discrepó en un comunicado, afirmando que “esta demanda amenaza quiénes somos y los principios que distinguen a los productos Apple en mercados ferozmente competitivos. Si tiene éxito, obstaculizaría nuestra capacidad de crear el tipo de tecnología que la gente espera de Apple, donde se cruzan el hardware, el software y los servicios”.
Las acciones de Apple perdían un 3% en la sesión.
Apple ya ha sido objeto de investigaciones y órdenes antimonopolio en Europa, Japón y Corea, así como de demandas de empresas rivales como Epic Games.
Uno de los negocios más lucrativos de Apple -su App Store, que cobra a los desarrolladores comisiones de hasta el 30%- ya ha sobrevivido a un largo desafío legal en virtud de la legislación estadounidense por parte de Epic. Aunque el fallo indicó que la firma no viola las leyes antimonopolio, un juez federal le ordenó permitir enlaces y botones para pagar por las aplicaciones sin usar la comisión de pago de Apple.
En Europa, el modelo de negocio de la App Store de Apple fue desmantelado por una nueva Ley de Mercados Digitales que entró en vigor este mes. Apple tiene previsto permitir que los desarrolladores ofrezcan sus propias tiendas de aplicaciones -y, lo que es más importante, que no paguen comisiones-, pero rivales como Spotify y Epic sostienen que la firma sigue poniendo demasiadas trabas a las tiendas alternativas.
Las sentencias sobre la App Store de Apple obligaron al Departamento de Justicia a examinar otras prácticas de Apple para fundamentar una denuncia, como la forma en que permite a empresas externas acceder a los chips y sensores del iPhone.
Empresas de hardware de consumo, como el fabricante de rastreadores inteligentes Tile Inc, llevan tiempo quejándose de que Apple restringe las formas en que pueden trabajar con los sensores del iPhone, al tiempo que desarrolla productos competidores que obtienen un mayor acceso.
Del mismo modo, Apple ha restringido el acceso a un chip del iPhone que permite realizar pagos sin contacto. Las tarjetas de crédito sólo pueden añadirse al iPhone mediante el servicio Apple Pay de Apple.
La compañía argumenta desde hace tiempo que restringe el acceso a algunos datos de los usuarios y a parte del hardware del iPhone por parte de desarrolladores de terceros por motivos de privacidad y seguridad.