Una historia que ha generado revuelo es la de una mujer que fue despedida por faltar un día al trabajo tras haber donado un riñón a su jefa.
Debbie Stevens, una empleada, decidió donar un riñón a su jefa, Jackie Brucka, quien necesitaba desesperadamente el órgano para sobrevivir. Sin embargo, la reacción posterior de la jefa dejó atónita a Stevens y causó indignación.
Tras una intervención quirúrgica en la que se intercambiaron órganos con otro donador, Stevens experimentó problemas de salud que la incapacitaron temporalmente para trabajar. A pesar de esto, fue despedida por ausentarse un día, mientras su jefa aún se recuperaba.
Consecuencias del acto de solidaridad
La mujer se sintió traicionada por la decisión de su jefa y expresó su dolor ante la situación.