El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, condenó que Estados Unidos haya consumado la ejecución por asfixia con gas nitrógeno del reo Kenneth Smith en Alabama, a pesar de que se trata de un método que puede equiparse a una tortura y a un trato degradante.
Ambas figuras están prohibidas en el derecho internacional, concretamente en la Convención contra la Tortura, de la que Estados Unidos es firmante y reconoce.
La portavoz de Türk dijo a la prensa en Ginebra que la sección de derechos humanos de la ONU estuvo siguiendo las informaciones sobre la ejecución y que la muerte de Smith habría tomado hasta 25 minutos (un tiempo extremadamente largo en estas circunstancias), mientras “se retorcía” y mostraba señales claras de sufrimiento.
Este fue el primer caso en el que se usó gas nitrógeno, frente a inyecciones letales, el método tradicionalmente utilizado en Estados Unidos en el último medio siglo.