El coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira, alertó que los damnificados de Acapulco podrían ser víctimas del crimen organizado, y un incremento en la inseguridad, ya que ante la emergencia, y al no poder continuar con sus actividades ilícitas, tratarán de obtener recursos mediante extorsionar a la población.
Aseguró que el crimen organizado ya está acaparando los materiales de construcción, y hasta cobran para que la gente pueda formarse para comprar gasolina.
También consideró necesario regresar el Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) con reglas claras de operación, ya que es necesario para atender emergencias como la que se vive en Guerrero, y específicamente en Acapulco tras el paso del huracán Otis.
Destacó que el gobierno federal, en lugar de ayudar a los damnificados, trata de minimizar la tragedia, ya que no tiene recursos disponibles, ante la falta del Fonden.