El senador Alejandro Rojas Díaz Durán desmintió a su coordinador, Eduardo Ramírez Aguilar, quien afirmó que la invitación que se le hizo a la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña, fue a título personal y no con el consenso de la bancada de Morena.
“Es completamente falso que haya invitado a título personal a la ministra Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Mi coordinador y amigo, el senadorEduardo Ramírez, presidente de la Jucopo en el Senado de la República, estuvo informado en todo momento”, expuso en una aclaración en sus redes sociales.
Argumentó que esta acción se enmarca en el seguimiento a la invitación que Morena extendió durante una conferencia de prensa el miércoles 18 de octubre.
“Dicha conferencia fue encabezada por nuestro vocero, el senador César Cravioto. En ella, se hizo una invitación pública a dialogar con la ministra presidenta, reconociendo su papel representativo en el Poder Judicial”, puntualizó Rojas Díaz Durán.
Ese mismo día, y como queda registrado en el diario de debates, durante el pleno sobre la minuta de la Cámara de Diputados relativa a los fideicomisos del Poder Judicial de la Federación, el senador Cristóbal Arias, representando al Grupo Parlamentario de Morena, reiteró la invitación a la ministra presidenta de la SCJN.
El senador morenista recordó que posteriormente, mediante la invitación que suscribió, contribuyó a formalizar el llamado previamente extendido por las senadoras y los senadores de Morena a la ministra.
“La noche del domingo, tuve la oportunidad de informar al senador Eduardo Ramírez acerca de la aceptación de la ministra Piña a nuestra propuesta de diálogo, ya que tuvieron la amabilidad de comunicarme de su disposición a conversar con los representantes del Pacto Federal”, subrayó.
Lamentó que cerrar la puerta del Senado de la República al diálogo civilizado, democrático y respetuoso con el Poder Judicial de la Federación representa una regresión política, especialmente en el contexto de este clima de polarización ideológica que erosiona la legitimidad de las instituciones republicanas.
