Durante la pandemia de Covid-19, Elon Musk estableció contacto con el Canciller Marcelo Ebrard para solicitar el apoyo de la Secretaría de Relaciones Exteriores para la reactivación de ciertas industrias claves en México que resultaban indispensables para reconstruir las cadenas de suministro. Ese fue el inicio de una fructífera relación de colaboración que ha prosperado para la instalación de la planta de vehículos eléctricos de Tesla más grande del mundo en nuestro país, ante esto, Rogelio Ramos, presidente de CANACO Juárez mencionó, que es un triunfo para todos los mexicanos tener una armadora como Tesla, además agradeció al presidente López Obrador de reconsiderar la postura de prohibir o extender los permisos necesarios para la nave industrial.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio manifestó que tanto la iniciativa privada del estado como la ciudadanía en general les hubiera gustado tener una planta de las magnitudes de Tesla pero desafortunadamente en esta ocasión no se pudo, además se le cuestionó, sí considera un golpe bajo la llegada de la nave industrial a Santa Caterina, Nuevo León y no a Chihuahua, a lo que respondió: “Creo que Samuel García, desde que tomo el cargo como gobernador se enfocó en ese tipo de inversiones y con el paso del tiempo lo logró”, enfatizó el líder empresarial.
“Esta acción significa un gran paso para México en varios sentidos, estaríamos incentivando un ecosistema de vehículos eléctricos y elevando nuestros índices y niveles de exportaciones hacia los Estados Unidos en un 3.5 por ciento, equivalente a una suma de 15 mil millones de dólares, representando un aumento del 10 por ciento en exportaciones relacionadas con automóviles”, finalizó