Para una empresa que busca albergar y vigilar el habla humana en todo el mundo, uno de los mayores desafíos de Meta es un solo usuario: Donald Trump.
Las cuentas de Facebook e Instagram del expresidente se restablecerán en las próximas semanas, anunció el miércoles la empresa matriz Meta Platforms, preparando las plataformas para una prueba muy pública y de alto riesgo mientras se postula nuevamente para el cargo el próximo año.
Trump estará sujeto a “penas más severas por reincidencia”, dijo el miércoles el jefe de asuntos globales de Meta, Nick Clegg. Si bien esas políticas se aplicarían a cualquier figura pública reincorporada después de disturbios civiles, Trump es actualmente la única persona en esa categoría.
Para disuadir múltiples violaciones, Trump intensificará el sistema de huelgas de Meta como castigo por publicar contenido prohibido como discursos de odio e incitaciones a la violencia. Mientras que la mayoría de los usuarios reciben hasta cinco faltas antes de una restricción de 30 días para interactuar en las plataformas, esa sanción se activaría con una sola ofensa por parte del expresidente.
Las infracciones más graves podrían resultar en otra suspensión de dos años.
La política que Clegg citó se formuló después de la suspensión de Trump en 2021 y se actualizó el miércoles. La compañía describe a las figuras públicas como funcionarios electos, candidatos y cuentas de interés periodístico con más de un millón de seguidores, personas cuyo contenido presenta un “mayor riesgo de daño” debido a su influencia.
Debido a que Trump ya declaró su candidatura a la presidencia en 2024, no estará sujeto a verificación de hechos, según la política de Meta para políticos. Sin embargo, cualquiera de las publicaciones de Trump que jueguen con el tipo de disturbios que precedieron al ataque del 6 de enero de 2021 en el Capitolio, “como el contenido que deslegitima una próxima elección o está relacionado con QAnon”, según Clegg, podría enfrentar limitaciones para ser compartido en Facebook e Instagram.
Varias plataformas de redes sociales suspendieron las cuentas de Trump hace dos años después de que una turba de sus seguidores irrumpiera en el Capitolio para evitar que el Congreso certificara su derrota electoral ante Joe Biden. Meta en ese momento dijo que las publicaciones de Trump elogiaban a las personas involucradas en la violencia, lo que representaba un riesgo para la seguridad pública.
Esa decisión fue ante el Consejo de Supervisión de Meta, un tribunal no oficial pagado por la empresa pero fuera de su jerarquía corporativa que emite opiniones no vinculantes. La junta estuvo de acuerdo con la medida de suspender las cuentas de Trump, pero dijo que el congelamiento indefinido era arbitrario y debería revisarse.
Diseñar una moderación de contenido adecuada y las consecuencias de las infracciones ha atormentado a Facebook durante más de una década. Los republicanos acusan a la plataforma de estar sesgada contra los de derecha, pero los documentos internos de la empresa publicados por un denunciante en 2021 revelaron que la empresa a menudo infringía sus propias reglas para evitar castigar a los conservadores prominentes por infracciones.
