El presidente Andrés Manuel López Obrador, dejó en claro que el aguacate mexicano no pertenece a la industria del narcotráfico, en particular el que se produce en el estado de Michoacán.
“Los productores de aguacate de Michoacán son gente de bien, gente trabajadora, que hay violencia en Michoacán y hay grupos de la delincuencia, pero que no tienen vínculos con los que producen aguacates, que son agricultores”, dijo el presidente de México a pregunta expresa de una reportera canadiense.
“Antes si había un contubernio, una asociación entre las autoridades y la delincuencia, pero ya no existe eso, han cambiado mucho las cosas en México y lo que está aprobado técnica, científicamente, es que el mejor aguacate del mundo es el que se produce en Michoacán”, explicó.
Vamos a estar nosotros muy pendientes y que bien que vienes y que le preguntas aquí, pero decirle a la gente de Canadá que es muy bueno el aguacate y que no está vinculado, no es una industria del narcotráfico, no”, puntualizó.
López Obrador acusó que existe una campaña en Estados Unidos y Canadá contra el aguacate mexicano, taal y como se ha hecho contra otros productos del país, y llamó a tener cuidado con respecto a las informaciones que se producen.
“Lo que hay seguramente es una desinformación, una campaña en contra del aguacate de Michoacán y del aguacate de México”, explicó.
“No sé cómo le harían en Estados Unidos y en Canadá sin el aguacate de Michoacán, porque hay otros países que quieren ganarse el mercado de Estados Unidos pero, con todo respeto, la calidad del aguacate que producen no es la misma. Nosotros hemos padecido durante mucho tiempo de boicots, por razones de competencia o por razones políticas”, puntualizó.
“Hay que tener cuidado con estas campañas porque siempre, aún cuando hay gente que de buena fe se preocupa, hay otros que todos lo hacen en términos económicos, para su beneficio, esto que les decía del tomate nos los han hecho con el atún, de repente hay un embargo al atún mexicano”, agregó.
La pasión por el aguacate Haas de México ha aumentado en Estados Unidos donde se ha establecido una cifra récord de importaciones, al pasar algo más de un millón de toneladas anuales en 1997 a más de cuatro millones de toneladas durante los últimos dos años, según revela un análisis de la Universidad pública de Texas A&M.
El impacto económico es visible tanto en México, país productor, con 78 mil empleos directos y más de 300 mil indirectos y temporales, más de 30 mil productores y 74 empacadoras, como en Estados Unidos, donde la importación generara 58 mil 299 trabajos directos.