Según un comunicado de la Casa Blanca, el presidente Joe Biden firmará una orden ejecutiva que incluirá una serie de medidas en respuesta a la decisión de la Corte Suprema del 24 de junio de poner fin al derecho al aborto vigente en todo Estados Unidos desde 1973, quedando en manos de los estados decidir sobre el asunto.
Siete estados conservadores ya prohibieron el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo (IVG) y es probable que muchos otros sigan sus pasos.
Para muchos demócratas, que han expresado su opinión en los últimos días, la mayoría de las veces bajo condición del anonimato, ni Joe Biden ni sus asesores están a la altura de este histórico giro del máximo tribunal, que se ha vuelto muy conservador.