Debido a que los servicios religiosos congregan a una gran cantidad de personas en diferentes puntos de la ciudad, es necesario que las autoridades vayan considerando la apertura de los centros de oración y parroquias, para que se impulse la economía informó la comisionada para el Desarrollo del Centro Histórico Graciela Espejo Alvídrez.
La funcionaria municipal explicó que la dinámica en ese sentido consiste en que una vez terminados los servicios religiosos, los ciudadanos regularmente consumen en los establecimientos cercanos como restaurantes y tiendas, además que también se beneficia a cientos de comerciantes ambulantes en todo momento.
Agregó que dentro de las medidas de prevención de contagios, las iglesias ya han manifestado organización entre los colaboradores de los templos para garantizar la aplicación de los protocolos de salud y ofrecer sitios seguros con la limitación de aforos y la distribución de los servicios en diferentes horarios, con el propósito de que no se saturen los templos.