Tras los acontecimientos criminales registrados el pasado jueves en la ciudad de Culiacán, no se puede considerar que haya un estado fallido debido a que existen otros elementos que siguen firmes, como la actividad económica, pero ante todo, los gobiernos deben garantizar la seguridad a los ciudadanos, manifestó el párroco de Catedral Eduardo Hayen Cuarón.
El presbítero comentó que el gobierno actual se ha visto débil ante la situación de violencia, ya que es permisivo y deja ir a los responsables criminales, lo cual deja mucho que desear en cuanto a las decisiones que se vayan a tomar en el futuro.
Abundó que mientras no haya acciones contundentes en el combate a la delincuencia, la comunidad seguirá percibiendo nula atención y no se atreverá a creer o a tener confianza en las autoridades.
El sacerdote insistió que el gobierno tiene la obligación de combatir la inseguridad con diferentes estrategias, sobre todo inhibir la distribución y consumo de drogas, además que se tienen que reforzar las diferentes campañas de prevención de adicciones, sobre todo atender de inmediato a los jóvenes que incurren en este tipo de actividades.