Ante las constantes agresiones a su personal, principalmente en Michoacán, la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) promueve la adquisición de sistemas no tripulados, con equipos de vigilancia, reconocimiento y, sobre todo, inhibidores de otros sistemas, para evitar la carga de drones con explosivos que han empleado organizaciones criminales contra autoridades y civiles.
Los militares han estado bajo fuego en distintas zonas del país, por lo que la dependencia trabaja en el reforzamiento de este escuadrón no tripulado, denominado 601.
Se trata de drones con capacidad de volar hasta mil 800 metros con una autonomía de 55 minutos. Alcanzan los 60 kilómetros por hora y son capaces de resistir temperaturas de -23 hasta 46 grados centígrados, bajo lluvias o tormentas.
De acuerdo con el programa de vigilancia que impulsa la Defensa, estos sistemas no tripulados podrán trabajar con sistemas anti drones.