Como representante de los Juarenses, desde el congreso del estado, recalco y apoyo lo que el Gobierno del Estado ha dejado claro que no habrá más treguas para los concesionarios irresponsables que por años se han negado a renovar sus unidades y mejorar el servicio que prestan a los juarenses. Desde la Dirección de Transporte Público Zona Norte se han intensificado los operativos para retirar de circulación camiones chatarra, algunos con más de 20 años de antigüedad, que representan un peligro para la ciudadanía.
Lamentablemente, los riesgos de un transporte deficiente y sin mantenimiento han quedado en evidencia con hechos que han cobrado vidas. Recientemente, una joven de apenas 15 años perdió la vida cuando un camión de transporte de personal, que aparentemente circulaba sin frenos, provocó un accidente fatal. Estos hechos son inaceptables y nos recuerdan la urgencia de contar con un transporte seguro y digno para todas y todos.
Hoy vemos acciones firmes y contundentes. Más de una docena de unidades han sido enviadas al corralón, demostrando que la ley se respeta y que no se permitirá el abuso de quienes han lucrado con el transporte público sin cumplir su parte. La modernización del servicio no es un capricho, es una necesidad para la seguridad y dignidad de quienes todos los días dependen de él para trasladarse.
La mayoría de los concesionarios no han cumplido con la renovación de unidades a pesar de los incrementos tarifarios que se les han concedido, y ahora buscan nuevamente una tregua. Pero el Estado no cederá, y respaldo totalmente esta postura. Es momento de que el transporte público en Juárez sea seguro, moderno y eficiente.
Además, la expansión del BRT es una gran noticia, porque garantiza un servicio digno y accesible, alejado de los intereses de quienes han usado el transporte público como un negocio personal, ignorando las necesidades de la ciudadanía.
Desde el Congreso del Estado, seguiré apoyando estas acciones que buscan ordenar el transporte en Juárez y garantizar un servicio de calidad para todas y todos. ¡No más chantajes ni amenazas, el transporte público debe estar al servicio de la gente y no de unos cuantos!
