El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, enfrió la posibilidad de una tregua en Líbano, tras días de intensos bombardeos contra el grupo chií Hizbulá, que han dejado más de 600 muertos y miles de heridos en el país vecino.
“Las noticias sobre un alto al fuego son incorrectas. Se trata de una propuesta franco-estadounidense, a la que el primer ministro ni siquiera respondió”, indicó la oficina del primer ministro, después de que trascendiera una propuesta de alto el fuego de 21 días.
Horas después, tras su llegada a Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU, el propio Netanyahu reiteró que el país seguirá “golpeando a Hizbulá” con todas sus fuerzas. “No pararemos hasta lograr todos nuestros objetivos”, dijo en un video compartido por su oficina.
Los ministros más radicales del Gobierno israelí se apresuraron a mostrar su contundente rechazo a este nuevo borrador, que también abogaba por impulsar una tregua en Gaza y la liberación de los rehenes israelíes en el enclave.
“No debemos dar tiempo al enemigo con el fin que se recupere y se reorganice para continuar la guerra pasados 21 días”, dijo el ministro de Finanzas, el radical y colono Bezalel Smotrich, en la red social X.
La ministra abiertamente homófoba Orit Struck, del partido de extrema derecha Sionismo Religioso y encargada de la cartera de Asentamientos y Misiones Nacionales, dijo que no existe un “mandato moral para un alto al fuego. Ni durante 21 días ni durante 21 horas”.
Por el contrario, el líder de la oposición, Yair Lapid, urgió a Israel a apoyar la propuesta franco-estadounidense, pero por un periodo de siete días, en lugar de los 21 sugeridos, “para no permitir que Hizbulá rehabilite sus sistemas de mando y control”.