Durante el 2024, México seguirá en la mira del nearshoring de empresas, pero en medio de algunos factores, los cuales podrán desacelerar este tipo de inversiones; uno de ellos es la incertidumbre que genera las elecciones presidenciales, que en este año se realizarán tanto en Estados Unidos como en México, así lo destacó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, “este fenómeno se va a desacelerar, porque las elecciones siempre generar incertidumbre, por lo cual se detienen algunos proyectos de inversión, en espera para saber quién gana”.
Destacando, que el principal riesgo que verán los candidatos de Estados Unidos sobre México serán temas de relevancia como el Fentanilo, la migración y la revisión del T-MEC en 2026, Siller, aseguró, que algunos candidatos estadounidenses podrían poner en su agenda algunos estímulos fiscales para que las empresas regresen a su país, lo que le provocaría a México un retraso en atractivo en inversiones.
Junto con ese factor, apuntó, actuarían en contra la falta de promoción que ha tenido México en el mundo para atraer inversión extranjera directa (IED) y el bajo gasto en infraestructura, particularmente para energía eléctrica y agua. Emilio Cadena, presidente de Grupo Prodensa, firma que ofrece diversos servicios a empresas extranjeras, coincidió en que el desarrollo de infraestructura en general será relevante para la atracción de IED.
“En este sentido la infraestructura eléctrica es una de las más importantes, porque estamos viendo que hay empresas con procesos más sofisticados que requieren más energía por pie cuadrado”, dijo. En general, Cadena dijo sentirse optimista de que seguirá llegando inversión, pero principalmente en proyectos de expansión de empresas ya instaladas.