Una devaluación que supera 100 por ciento del peso argentino, despido de empleados del gobierno, suspensión de la obra pública y reducción de los subsidios al transporte y energía, así como a las pensiones, conforman el plan ortodoxo anunciado ayer en Argentina por el gobierno de Javier Milei para evitar una catástrofe económica, el cual de inmediato fue bienvenido por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El ministro de Economía, Luis Caputo, dio a conocer los ajustes dos días después de la toma de posesión del ultraderechista Milei como presidente. El plan salió a la luz hasta las 7 de la noche (hora local) de ayer, en un video de 15 minutos, que tuvo que ser grabado dos veces porque el funcionario fue poco claro en explicar las medidas, informó el diario Página/12.
El dólar, según el paquete de austeridad, pasará a costar de 366 a 800 pesos argentinos a partir de hoy, para que los sectores productivos tengan realmente los incentivos adecuados para aumentar la producción, lo que implicará una devaluación de 118 por ciento, según Página/12, aunque el periódico conservador La Nación reportó que fue casi de 100.
Caputo advirtió: estamos frente a la peor herencia de nuestra historia, que atribuyó a los gobiernos anteriores por ser adictos al déficit fiscal, y agregó: la prioridad del gobierno nacional es alcanzar el superávit fiscal en el primer año de mandato.
La inflación es de más de 142 por ciento anual y los economistas privados estiman que el año terminará con un alza del costo de vida de alrededor de 188 puntos porcentuales. La pobreza ha crecido y en el primer semestre del año alcanzó a 40.1 por ciento de la población de más de 47 millones de habitantes, según datos oficiales recientes.
Si seguimos como estamos, vamos inevitablemente camino a una hiperinflación. Podemos llegar a niveles de 15 mil por ciento anual, insistió Caputo, y agregó: vamos a estar durante unos meses peor que antes, particularmente en términos de inflación.
Indicó que no se renovarán los contratos laborales con el Estado que tengan menos de un año de vigencia, se suspenderá la pauta publicitaria oficial por un año, se reducirá la estructura de los ministerios, de 18 a nueve, y de las secretarías, de 106 a 54, también se reducirán al mínimo las transferencias discrecionales que se hacen a las provincias.
Destacó que no se licitará obra pública y se cancelarán aquellas que no hayan comenzado, por lo que las realizará el sector privado, se reducirán los subsidios a la energía y transporte, sin especificar en cuánto, y se mantendrán políticas sociales establecidas en el presupuesto 2023, pero sin intermediarios.
Agregó que queda sin efecto el sistema de autorizaciones para la importación, se duplicarán los subsidios para familias sin empleo y aumentará 50 por ciento la ayuda social para compra de alimentos. No mencionó dos temas centrales para el futuro de la economía argentina: deuda externa y restricciones cambiarias.
Aparte, el Ministerio de Economía reconoció que pretende un ajuste por el equivalente a 0.4 por ciento del PIB en jubilaciones y pensiones, para lo que enviaría un proyecto de ley al Congreso, informó el portal de noticias El Destape.
Argentina está atada a un programa con el FMI por la deuda de 45 mil millones de dólares que contrajo en 2018. Antes de abril, debe cancelar 10 mil millones de dólares con organismos internacionales y acreedores privados.
Acojo con beneplácito las medidas decisivas anunciadas hoy por el presidente Milei, expresó la directora del FMI, Kristalina Georgieva, y aseguró que es un paso importante hacia el restablecimiento de la estabilidad y la reconstrucción del potencial económico del país.