El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) “perdonó” al PRI por el presunto desvío por más de 250 millones de pesos en Chihuahua durante el gobierno de Cesar Duarte, esto como parte de la llamada “Operación Safiro” que involucró a altos funcionarios e incluso a la misma estructura partidista del tricolor.
Con cuatro votos a favor y dos en contra fue aprobado el proyecto de sentencia redactado por el magistrado Felipe Fuentes, en el cual ha argumentado que a pesar de haber existido un mecanismo de desvío de recursos no se puede comprobar que éste tuvo como objetivo beneficiar al PRI con fines electorales y se dio revés a la petición de Morena que se quejó de la decisión inicial del INE.
“Yo, de todo el material probatorio, si bien se justifica una primera etapa de que sí existe un desvío de recursos, no se justifica la conclusión en el sentido de que esos recursos hubieran beneficiado o se hubieran dirigido hacia el Partido Revolucionario Institucional”, dijo.
Los magistrados Mónica Soto, Indalfer Infante y José Luis Vargas votaron a favor de su proyecto, mientras que el presidente del Tribunal, Reyes Rodríguez, y Janine Otálora se pronunciaron porque el asunto fuera devuelto al INE para que se hiciera otro análisis de las pruebas, esta vez considerando que los autores de esquemas de corrupción buscan esconderlos, por lo que no se puede esperar que haya pruebas indubitables o “directas”.
“Creo que se establecen los argumentos suficientes para exigir al INE un nuevo análisis probatorio, teniendo en cuenta que en estos casos en donde se denuncian esquemas de desvíos de recursos no resulta válido exigir un estándar probatorio de prueba directa, ya que estos esquemas están diseñados, precisamente, para evitar o eludir la existencia de estas”, dijo el magistrado presidente.