Rusia investiga el lanzamiento accidental por un avión ruso de un misil que cayó en Bélgorod, región fronteriza con Ucrania, que demanda a sus aliados occidentales más armamento pesado precisamente para repeler ese tipo de ataques aéreos.
El proyectil, que dejó tres heridos y causó alarma social entre la población local, causó un cráter de 20 metros de diámetro en el centro de la capital regional.
La explosión del proyectil, cuyo tipo no ha precisado el Ministerio de Defensa de Rusia, también afectó a varios edificios residenciales, coches y postes de líneas eléctricas.
Defensa añadió que se ha puesto en marcha una investigación para esclarecer las causas de incidente, que recuerda el accidente sufrido en octubre por un caza Su-34 que causó 16 muertos al estrellarse contra un edificio en el sur del país.
A video of the explosion of an air bomb in #Belgorod appeared. pic.twitter.com/xluEw7yhXk
— NEXTA (@nexta_tv) April 21, 2023
La bomba alerta a Kiev
Según expertos militares ucranianos, en Bélgorod cayó una bomba aérea, de las que Rusia lanza con frecuencia contra territorios fronterizos ucranianos.
Estos proyectiles pueden ser lanzados a una distancia de hasta 70 kilómetros y son capaces de burlar las defensas antiaéreas de Kiev.
De acuerdo con la Fuerza Aérea ucraniana, en las últimas semanas los rusos lanzaron unas 20 bombas de ese tipo en toda la línea del frente y para interceptarlas se requieren armas más modernas, recoge el portal NV.ua.
Mientras, el portavoz de la Fuerza Aérea, Yuriy Ignat, advirtió de que bombas como la de Bélgorod “podrían caer también en otros lugares”, porque los rusos “lo hacen todo rápido” y descuidan la calidad.
Según Ignat, el proyectil que cayó en Bélgorod es “una vieja bomba soviética”, pero apta para ser modernizada.
El portavoz reiteró que por eso las fuerzas ucranianas esperan recibir más sistemas de defensa aérea de largo alcance, como Patriot y otros como SAMT/T.