*El objetivo es que la estadía de dichas personas en la localidad, no represente
alguna consecuencia jurídica para ellos o bien, sea vean expuestos a alguna
situación de riesgo
En relación a los hechos registrados la tarde del miércoles en donde fueron aseguradas tres personas de origen extranjero por cometer una falta administrativa en la Zona Centro, para presentarlos ante un juez cívico, se llevó a cabo una reunión de conciliación entre Policía Municipal, Iglesia y la Casa del Migrante.
El secretario de Seguridad Pública Municipal, César Omar Muñoz Morales, acudió a un
encuentro con el párroco de la catedral, Eduardo Hayen Cuarón y con la encargada de
la Casa del Migrante, Cristina Coronado, a fin de plantear una estrecha coordinación
para evitar algún incidente en el cual se vean involucradas personas extranjeras que se
encuentran en esta ciudad con fines migratorios.
El titular de la Policía, manifestó su interés por que prevalezca el orden social en dicha
zona, en la cual se concentra el mayor número de migrantes, por lo que enfatizó en la
instrucción a cada uno de los elementos municipales para que se brinde un trato digno
a dichas personas y garantizar con ello el pleno respeto a sus derechos humanos.
Por su parte el padre Hayen Cuarón y la encargada de la Casa del Migrante, mostraron
sus inquietudes hacía lo suscitado el día de ayer, por lo que externaron su interés en
colaborar de manera positiva para evitar que se repita alguna situación similar, en tanto
a los involucrados un juez les hizo una amonestación verbal y posteriormente fueron
trasladados por los preventivos al albergue Kiki romero para resguardo.
Por lo anterior se acordó mantener una coordinación permanente entre las tres partes,
puesto que coincidieron en que el objetivo es que la estadía de dichas personas en la
localidad, no represente alguna consecuencia jurídica para ellos o bien, sea vean
expuestos a alguna situación de riesgo.
Así mismo la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, mantiene vigente las
capacitaciones en materia de derechos humanos para sus elementos, ya que las
personas migrantes son merecedoras a un trato digno para hacer posible el disfrute de
su libertad, sin alterar el orden y la paz social.
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