El Papa Francisco ha dejado en claro en declaraciones publicadas el jueves en una revista jesuita su convicción de que el puesto que ocupa es para toda la vida y que la renuncia de Benedicto XVI fue una excepción.
“Por el momento no lo tengo en mi agenda”, dijo Francisco a Civita Cattolica, en su pronunciamiento más claro sobre el tema hasta el momento.
Añadió que la carta de renuncia que escribió dos meses después de su elección fue por precaución.
“Lo hice en caso de sufrir un problema de salud que me impidiera ejercer mi ministerio y no estuviera plenamente consciente y capaz de renunciar”, dijo el Pontífice. “Pero esto no significa en absoluto que los Papas renunciantes deban convertirse, digamos, en una ‘moda’, en algo normal“.
Añadió que “el ministerio pontificio debe ser ad vitam —por toda la vida— y no veo razón para que no lo sea”.
El Papa hizo estas declaraciones durante su viaje reciente a África.
En declaraciones anteriores, Francisco ha elogiado la decisión de su predecesor, el papa Benedicto, de renunciar porque pensaba que debido a su edad avanzada no podría cumplir sus deberes. Benedicto murió en enero, casi 10 años después de renunciar.
Francisco, de 86 años, se sometió a una operación de intestino en 2021, y un dolor en la rodilla desde hace meses lo obliga a usar una silla de ruedas.