El cierre de bares, centros nocturnos y antros está dando pie al clandestinaje, ya que se ha incrementado la venta de bebidas alcohólicas por las diversas redes sociales, que derivan en fiestas en casas particulares en donde no se respeta ninguna medida preventiva.
Francisco Aguirre, dueño de un antro de la Ciudad, comentó que no es posible que los establecimientos estén cerrados, pero el clandestinaje esté de una manera descarada hasta en las redes sociales y no es atendido por ninguna dependencia.
Comentó que el cierre de estos negocios ha afectado a más de 12 mil personas, con un costo aproximado de 600 millones de pesos, entre mil 200 negocios de los cuales solo podrán abrir sus puertas 700, ya que los otros ya quebraron.