La economía mexicana ha mitigado su tendencia a la baja, concluyó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) como resultado de sus indicadores mensuales adelantados.
“Los datos de los indicadores IMEF Manufacturero y No Manufacturero del mes de noviembre sugieren una ligera estabilización en la pérdida de impulso económico registrada en meses anteriores”, dijo este lunes.
No obstante, la señal continúa siendo de estancamiento o ausencia de sólida expansión tanto en el sector manufacturero como en el no manufacturero.
A pesar de haber registrado un incremento de 1.1 puntos respecto al mes anterior, el Indicador IMEF Manufacturero se situó por octavo mes consecutivo en zona de contracción (48.3<50).
El Indicador IMEF varía en un intervalo de 0 a 100 puntos y el nivel de 50 puntos representa el umbral entre una expansión (mayor a 50) y una contracción (menor a 50), de la actividad económica.
Por su parte, el Indicador IMEF No Manufacturero aumentó 1.2 puntos, ubicándose en 50.5 unidades.
“Si bien ambos indicadores registraron un incremento respecto al mes de octubre, su nivel continúa siendo bajo, por lo que la lectura es de una ausencia robusta de dinamismo y, por lo tanto, de la posibilidad de que la economía cierre el año con una expansión moderada”, interpretó el IMEF.
En el contexto, el mundo continúa observando los efectos de una combinación inusual de los grandes choques que afectaron al mundo en los últimos cinco años, particularmente la pandemia de Covid19, la invasión rusa a Ucrania y la propia respuesta de política económica sin precedentes y sincronizada en su instrumentación, pero diacrónica en su levantamiento, así como tres grandes macrotendencias que ya se han hecho evidentes recientemente. Tal es el caso de la fragmentación económica, el cambio climático y el envejecimiento de la población.
A esta complejidad y en parte consecuencia de esto, se han agregado grandes fuentes de incertidumbre con el triunfo de Donald Trumpen las elecciones recientes en los Estados Unidos y un escalamiento de los conflictos en Medio Oriente y Ucrania.
“Las políticas que propone Trump tienen un carácter disruptivo y entre otras consecuencias, es posible que propicien mayor inflación. Por el lado externo, la restricción del comercio, mediante la instrumentación de aranceles, así como la mutación de las políticas de apoyo militar a los aliados hacia un enfoque transaccional, que posiblemente impulse mayor gasto en defensa y propicie conflictos bélicos que, entre otras cosas, irrumpan las cadenas de suministro, pueden tener consecuencias inflacionarias”, dijo el IMEF.
Als mismo tiempo, del lado interno, el IMEF expuso que la restricción en los flujos migratorios, así como la desregulación -que no necesariamente eliminará cuellos de botella-, y la disminución de impuestos, sin una clara contraparte de disminución del gasto público, también pueden poner presiones significativas al alza en los precios, de manera generalizada.