Organizaciones civiles advirtieron que Chiapas se ha convertido en un “campo de guerra civil” ante el recrudecimiento de la violencia contra defensores de la tierra y pueblos indígenas, como el padre Marcelo Pérez Pérez, asesinado el domingo.
Los denunciantes recordaron que en 2021 el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) avisó que Chiapas estaba “al borde de la guerra civil”, y afirmaron que hoy se ha convertido en “un campo” de dicha guerra.
Asimismo, denunciaron que desde hace semanas habitantes del poblado ‘6 de octubre’ del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) han recibido amenazas “con armas de alto poder, violaciones de mujeres, quema de casas y el robo de sus pertenencias cosechas y animales para desalojarlos de las tierras”.
Carlos González, integrante del Congreso Nacional Indígena avisó que “esta guerra se articula” en “los grandes megaproyectos que han sido impulsados desde hace más de 20 años por los intereses del Gobierno de Estados Unidos y por las grandes corporaciones multinacionales”, como el Tren Maya, en el sureste mexicano.