Proyectiles de Hezbollah alcanzaron Haifa, la tercera ciudad más grande de Israel, en la madrugada de este lunes, mientras el país parecía dispuesto a ampliar sus incursiones terrestres en el sur de Líbano en el primer aniversario de la guerra de Gaza, que ha extendido el conflicto por todo Medio Oriente.
Hezbollah, apoyada por Irán y aliada de Hamas, el grupo armado palestino que lucha contra Israel en Gaza, dijo haber atacado una base militar al sur de Haifa con una salva de misiles Fadi 1 y lanzó otro ataque contra Tiberíades, a 65 kilómetros de distancia.
La espiral del conflicto ha hecho temer que Estados Unidos, superpotencia aliada de Israel, e Irán se vean arrastrados a una guerra más amplia en Oriente Próximo, región productora de petróleo.
La policía israelí confirmó que los cohetes habían alcanzado Haifa, también un importante puerto, y los medios de comunicación locales dijeron que 10 personas habían resultado heridas allí.
Un comunicado militar israelí dijo que cinco cohetes fueron lanzados contra Haifa desde Líbano y que se dispararon interceptores contra ellos. “Se identificaron proyectiles caídos en la zona. El incidente está siendo revisado”.
Se dijo que otros 15 cohetes fueron disparados tierra adentro hacia Tiberíades, en la región septentrional israelí de Galilea, algunos de los cuales fueron derribados. Medios de comunicación israelíes dijeron que otros cinco cohetes impactaron en la zona de Tiberíades.
Según la policía, algunos edificios y propiedades resultaron dañados y se registraron heridos leves, mientras que algunas personas fueron trasladadas a un hospital cercano.
Israel también interceptó dos drones lanzados a primera hora del lunes desde el este después de que sonaran sirenas en las zonas centrales de Rishon LeZion y Palmachim, informó el ejército.
No se dieron más detalles sobre el origen de los disparos de drones en el primer aniversario del ataque transfronterizo del 7 de octubre contra Israel por parte de Hamas que desencadenó la guerra en Gaza.
Entretanto, Hamas atacó la capital de Israel, Tel Aviv, con una salva de misiles, según el grupo, que hizo sonar sirenas en zonas centrales del país.
Muchos israelíes, desmoralizados por los catastróficos fallos de seguridad que rodearon la incursión de Hamas desde Gaza hace un año, han recuperado la confianza en su largamente cacareado aparato militar y de inteligencia tras una serie de golpes mortales asestados en las últimas semanas en Líbano a la estructura de mando de Hezbollah, la fuerza aliada mejor formada de Irán en Oriente Próximo.
Los suburbios del sur de Beirut, densamente poblados, volvieron a sufrir ataques aéreos durante la noche, cuando Israel amplió su campaña aérea en la zona donde Hezbollah tiene su cuartel general.
Israel acusa al movimiento musulmán chiíta de ocultar deliberadamente sus centros de mando y armamento bajo edificios residenciales en el corazón de Beirut. Hezbollah niega que almacene armas entre la población civil.
Los ataques aéreos israelíes han desplazado a 1.2 millones de personas en Líbano y, a medida que se intensifica la campaña de bombardeos, muchos temen que Líbano se enfrente a la enorme escala de destrucción provocada en Gaza por el ataque aéreo y terrestre de Israel.
“Nunca pensé que íbamos a llegar hasta aquí. Israel ha acabado con Palestina, ¿ahora quieren venir aquí también?”, dijo el libanés desplazado Mohamed Kanso.
Dijo que llevaba 10 días durmiendo en la calle tras haberse visto obligado a desplazarse por las acciones militares israelíes y que no tenía dinero para comprar medicinas para él, ni para su hijo.
