A pesar de que el Pentágono está presionando a las empresas fabricantes de armas en EE.UU. para aumentar su colaboración con sus pares en Ucrania, los contratistas de defensa estadounidenses tienen “dudas” acera de la sostenibilidad económica a largo plazo y la seguridad de hacer negocios en una zona de conflicto, así como tardan en firmar acuerdos con la parte ucraniana por “la persistencia de la corrupción” en este país eslavo, informó el portal Defense One con referencia a un funcionario del Departamento de Estado de EE.UU.
“Creo que nuestra industria está muy entusiasmada, pero, al mismo tiempo, [esto] debe tener sentido desde el punto de vista comercial, ¿no?”, argumentó el funcionario estadounidense. Agregó que “la financiación” y “cómo se puede pagar realmente por estas cosas” también es “un problema”.
De momento, entre los armamentistas estadounidenses, solo Northrop Grumman anunció el mes pasado que fabricará municiones en Ucrania, señaló el funcionario, mientras que otras empresas de EE.UU. “están estudiando qué pueden hacer a continuación”, ya que “tienen mucho que considerar” antes de relacionarse con una compañía que funciona en zona de guerra. “Nadie quiere que sus instalaciones exploten ni que sus empleados resulten heridos”, recoge el medio las palabras de su fuente.