Menos de dos kilómetros separan el lugar en el que Theodore Roosevelt sufrió un intento de asesinato en 1912 y el foro en el que el también expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, tendrá este jueves su primer gran discurso público tras haber sido tiroteado en un mitin electoral.
Uno y otro, según ha recordado esta semana el primogénito del magnate neoyorquino, Donald Trump Jr., se levantaron justo después de los intentos de magnicidio que sufrieron y “siguieron luchando”.
Roosevelt (1901-1909) fue disparado el 14 de octubre de 1912 cuando salía del antiguo Hotel Gilpatrick de Milwaukee para ir a dar un discurso en el auditorio de esa ciudad, la más grande del estado de Wisconsin.
La bala que le lanzó un tabernero de Nueva York le dio en el pecho, pero vio frenada su fuerza por su funda de las gafas y por las 50 páginas del discurso que iba a pronunciar esa noche. Pese a las objeciones de su médico, el político siguió adelante con sus planes.
Roosevelt no era republicano para entonces. Se postulaba para un tercer mandato, que no consiguió, con el Partido Progresista.
“No sé si saben que acabo de ser disparado, pero hace falta más que eso para matar a un alce”, dijo a su público con la camisa ensangrentada y la bala todavía incrustrada en su cuerpo, provocando que ese animal pasara a ser desde entonces el símbolo de su formación.
Los médicos optaron después por no retirarle el proyectil al considerar que no le había dañado ningún nervio ni órganos vitales y Roosevelt falleció al cabo de seis años con la bala todavía dentro, según recuerda una placa instalada en el actual Hyatt Regency Milwaukee, el antiguo Gilpatrick.
Ese hotel se encuentra esta semana a las puertas del amplio recinto de seguridad desplegado para albergar la convención republicana, el gran foro conservador que el lunes confirmó la nominación de Trump como candidato a la Casa Blanca y la de su “número dos”, el senador por Ohio J.D. Vance.
El Fiserv Forum es el epicentro de esa gran fiesta conservadora en la que este jueves por la noche Trump dará su discurso de aceptación. El magnate neoyorquino tiene todavía la oreja vendada, consecuencia de la bala que le disparó un joven de 20 años el sábado en un mitin en Butler (Pensilvania) por motivos que todavía se investigan.
El candidato republicano, considerado un héroe en el partido, logró evitar su muerte tras girar la cabeza por casualidad para enseñarle a sus seguidores un gráfico, de forma que el proyectil solo le rozó la oreja, y él mismo ha señalado después que “solo Dios” impidió su asesinato.
Uno y otro candidato mostraron un espíritu combativo. Trump levantó el puño en alto y clamó “Fight” (Lucha), una palabra que ya se ha convertido en grito de guerra para sus correligionarios, y Roosevelt aseguró todavía herido: “Esta es una pelea y es una pelea digna. Si luchas y tienes la mentalidad adecuada, no podrás fracasar”.