La Junta Directiva de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó por mayoría de votos dictaminar la iniciativa relativa a la desaparición de los órganos autónomos el 15 de agosto, y la iniciativa de reforma judicial el 22 de agosto.
También acordó convocar a sesión permanente para el 1 de agosto, a fin de comenzar a dictaminar el paquete de 18 reformas a la Constitución que el presidente Andrés Manuel López Obrador envió al Congreso el 5 de febrero.
En el acuerdo avalado por 12 votos por parte de Morena, PT y PVEM, y tres sufragios en contra de la oposición se establecía que nadie podría interponer reservas a los dictámenes durante el debate en comisiones y las observaciones deberían llevarse al pleno.
Sin embargo, la redacción fue calificada por los legisladores de la oposición como una “mordaza” y advirtieron que existía riesgo de “albazos”, toda vez que no había un calendario puntual de los días en que se irán dictaminando los proyectos.
“No se presentarán reservas a los proyectos de decreto en las reuniones de la comisión; en su caso, se podrán presentar en la oportunidad legal ante el pleno de la Cámara de Diputados”, señalaba el punto número cinco del acuerdo.
Por lo anterior, y luego de un largo debate que se prolongó por casi tres horas, los diputados de Morena y sus aliados aceptaron modificar la redacción en uno de los puntos, para dejarla de la siguiente manera: “Las y los diputados integrantes de la comisión podrán presentar reservas, que se presentarán a la Mesa Directiva de la Cámara para su proceso y, en su caso, discusión ante el pleno de la Cámara de Diputados, conforme a las disposiciones reglamentarias respectivas”.
Al respecto, la diputada del PAN, Paulina Rubio, declaró que “nos ponen una mordaza para no presentar reservas en la comisión, y nos dicen que las reservas deberán de ser presentadas en el pleno. Nos parece muy grave que se le quite al legislador la posibilidad de externar y de poder presentar reservas desde la comisión”.
Puntualizó que el acuerdo no cuenta con un calendario que dé claridad sobre qué días se van a discutir los temas, “y eso representa una falta absoluta de transparencia, porque pareciera entonces que los temas quieren ser abordados a través de albazos”.