Los jueces y magistrados del país se ubican entre las cinco instituciones públicas que generan menor confianza entre los ciudadanos, solo por arriba de los cuerpos policiacos, los partidos políticos, los ministerios públicos y el poder Legislativo.
A pocos meses de que pueda ser aprobada una nueva reforma judicial, las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que sólo 39 de cada 100 mexicanos considera que el desempeño de los jueces y ministros es bueno al momento de emitir sus sentencias en casos particulares o públicos.
En contraparte, la mayoría de los ciudadanos cree que las cortes estatales y federales son lugares donde se frecuentan diversos actos de corrupción, pues el 66.7 por ciento de los encuestados considera que las mordidas y actos preferenciales son el pan de cada día dentro del Poder Judicial.