Según la Academia Estadounidense de Dermatología, todos los casos de acné ocurren cuando tus poros se obstruyen con grasa, células muertas y suciedad. Además, en la adultez se le suman varios factores que no estaban en juego durante la adolescencia:
Hormonas-El acné hormonal es común en mujeres a lo largo de la vida, especialmente durante la menstruación, el embarazo, la menopausia o al empezar o dejar anticonceptivos orales. Por su parte, los hombres con niveles naturalmente altos de testosterona también son propensos al acné.
Medicamentos y suplementos-La especialista ante esto, manifiesta que el acné puede ser un efecto secundario a ciertos medicamentos, prescritos para enfermedades mentales, a los con testosterona, a las píldoras anticonceptivas, algunos fármacos contra las convulsiones, así como ciertos suplementos como la vitamina B y la proteína de suero de leche.
Genetica-El acné puede persistir a lo largo de la vida para personas con piel grasosa o con una renovación celular más lenta que puede obstruir los poros. Además, un historial familiar de acné en la adultez aumenta la probabilidad de padecerlo. A su vez, el estrés, al incrementar los niveles de cortisol, puede aumentar la producción de grasa y provocar brotes de espinillas.