La potencia de la erupción de la grieta volcánica que comenzó a escupir lava en Islandia sigue reduciéndose, informó la Oficina Meteorológica de Islandia (IMO por sus siglas en inglés).
“El flujo de lava se estima grosso modo en un cuarto de lo que era al inicio y un tercio de la grieta original está activo”, informó la institución en su último boletín.
Los surtidores de magma, que durante la noche llegaron a alcanzar 120 metros de alto según algunos medios, ahora suben hasta 30 metros como máximo, agregó el IMO.
De su punto álgido, en el que se extendía a lo largo de cuatro kilómetros, la actividad volcánica se ha reducido ahora a unos cinco núcleos a lo largo de la grieta original.
No obstante, los geólogos advierten que no se debe bajar la guardia ya que se pueden abrir nuevas grietas sin previo aviso por las que salga el magma acumulado.
La erupción comenzó a las 22:17 h local del lunes en la península de Reykjanes, a unos 4 kilómetros al noreste de Grindavík, localidad que ya había sido evacuada el pasado 10 de noviembre y a unos 40 kilómetros de la capital islandesa, Reikiavik.