Durante 2022 México se ubicó como el segundo socio comercial de Estados Unidos, con el intercambio de productos y servicios que alcanzó un valor de 779 mil 300 millones de dólares, apenas por debajo de Canadá, pero por encima de China.
A pesar de esta dependencia mutua, “miembros destacados del Partido Republicano insisten en que la administración [del presidente Joe] Biden debe entrar a territorio mexicano con sus Fuerzas Armadas para combatir a los cárteles del narcotráfico, lo cual no sólo es una locura, sería desastroso para ambos países“, comenta el abogado internacionalista y analista político Jaime Ortiz, desde El Paso, Texas, quien también es especialista en seguridad binacional.
“A todas luces sería un desastre en las relaciones comerciales y un acto de guerra, mientras no exista una aprobación del gobierno mexicano solicitando apoyo estratégico militar”, asegura Ortiz, “pero tendría terribles consecuencias comerciales y sociales en ambos lados de la frontera. Más allá de que atacaran e incluso mataran a los cabecillas de los cárteles que están metiendo el fentanilo [a EU], la droga seguiría produciéndose y traficándose, porque la frontera es porosa, hay corrupción en ambos lados (…) la demanda continuaría aquí”.
Uno de los primeros en hablar sobre invadir o bombardear a México fue el exmandatario Donald Trump. Desde entonces le han seguido otros personajes de peso político. Una de las iniciativas ha sido la propuesta en marzo de los senadores Lindsey Graham, de Carolina del Sur, y John Kennedy, de Louisiana. Su proyecto de ley propone entrar a México con las Fuerzas Armadas para ir tras los cárteles fabricantes y traficantes de fentanilo hacia la Unión Americana. Su iniciativa se conoce como NARCOS y la patrocinan cuatro senadores, con amplio respaldo.
Antes, Dan Crenshaw, representante de Texas, y Mike Waltz, de Florida, presentaron una iniciativa para autorizar el uso de tropas de EU contra los cárteles, dentro de territorio mexicano. Antony Blinken, secretario de Estado, aceptó frente al Comité Judicial del Senado que el gobierno del presidente Joe Biden podría aceptar el considerar a los narcotraficantes mexicanos como Organizaciones Extranjeras Terroristas (FTO, por sus siglas en inglés). Pero la Casa Blanca luego comunicó que por ningún motivo hará ese nombramiento.
“Lo más fuerte que ha llegado a decir [el presidente mexicano, Andrés Manuel] López Obrador es que fomentará que los mexicanos en Estados Unidos con capacidad de voto, es decir mexicano-americanos, no lo hagan por los candidatos republicanos de ningún nivel“, recuerda Ortiz, “y eso sólo expone la ignorancia del Presidente de México y sus asesores sobre cómo funciona este país. Está interviniendo como mandatario en la política estadounidense, porque los mexicanos que pueden votar son estadounidenses”.
Otra iniciativa contra los cárteles en el Comité de Relaciones Exteriores del Congreso es Cártel AUMF o Resolución Incursión, respaldada por cerca de 20 legisladores.
Michael McCaul, también de Texas, pidió que el fentanilo sea considerado un arma química en EU y automáticamente colocaría a los cárteles de la droga como terroristas. “Quizá los más visibles, después de Trump, sean [el gobernador de Texas] Greg Abbott y [el gobernador de Florida] Ron DeSantis”, señala el experto: “DeSantis incluso pidió en algún momento un bloqueo naval a puertos mexicanos”. Nikki Haley, también precandidata republicana a la presidencia estadounidense, sin oportunidad alguna por sus bajos números, propuso enviar agentes especiales. “Hay una treintena de republicanos tratando de echar leña al fuego para presionar e ir contra los cárteles mexicanos, pero todo es más para avivar el fuego entre los votantes republicanos y no republicanos en vísperas de las próximas elecciones presidenciales”, subraya Ortiz.
“Quieren mostrar todo lo mexicano como algo antiamericano, en aras de ganar votos. Desde aquel marzo de 2016 que a Trump le funcionó al presentarnos como violadores y criminales, no sólo es el tema del narco; se viene el tema de los migrantes, de la frontera, del muro, de los hijos de indocumentados nacidos en Estados Unidos. Se avecinan meses críticos para la convivencia entre ambos países”, asegura el experto.
La base republicana y particularmente los seguidores de Trump son los considerados ultraconservadores, ultrarracistas. “No voy a decir que todos, pero me atrevo a decir, en mi opinión, que muchos de los congresistas hombres que respaldan la visión de lo mexicano como algo malvado y negativo, pertenecen a estas subculturas ideológicas“, dice Ortiz. Sobre la visita de Alicia Bárcena, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores a EU, el experto dice: “Creo que será una primera visita de cortesía, donde seguramente y en privado le dirán lo que esperan [en el gobierno de Biden] que siga haciendo México. tal y como lo hacían con Marcelo Ebrard”.
Dentro de EU hay otros temas que lastiman a mexicanos en ambos lados de la frontera. “Van a seguir amagando con el muro, con la exigencia de perseguir a indocumentados, quitarles la nacionalidad estadounidense a niños nacidos de padres indocumentados más lo que se acumule hasta las elecciones de 2024 y donde vuelva a ganar Donald Trump o su correligionario Ron DeSantis, serán años muy oscuros para México y los mexicanos“, predice Ortiz.