Las autoridades texanas han instalado una barrera flotante en el tramo del Rio Bravo, que divide las ciudades de Eagle Pass en el lado estadounidense y Piedras Negras en Territorio Mexicano. Ante el temor de que este tipo de barreras se implementen en Ciudad Juárez, se cuestionó a la presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación Rosa Isela Molina Alcay y respondió que el tema de la migración ha sido una situación complicada para ambos lados de la frontera, sobre todo para las personas que dejan su lugar de origen y buscan mejores oportunidades, pero lamentablemente, se encuentran con otra realidad. “Están en todo su derecho de poder impedir que la gente cruce de menara ilegal, pero a la vez deben de tomar medidas correctas sobre el trato hacia las personas”.
De igual manera la líder empresarial señaló que se debe de trabajar en conjunto para poder ofrecer un mejor trato hacia estas personas quienes salen de centro américa, se exponen a la inseguridad, “el gobernador no está tomando las mejores decisiones y debemos de apoyar, para que las personas que lleguen sean lastimadas lo menos posible”.
Desde la semana pasada, el Gobierno dirigido por el republicano Greg Abbott, comenzó a trasladar boyas de grandes dimensiones a diferentes puntos de la frontera, estas boyas tienen un metro de diámetro y están revestidas con púas, para evitar que cualquier persona se acerque a ellas.
