Estados Unidos sufre un “significativo aumento” de los delitos de odio contra minorías raciales, incluidos los tiroteos en masa, denunció el Comité de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación Racial, que pidió a Washington tomar medidas para frenar el “racismo sistemático” en el país.
Tras analizar este mes la situación en Estados Unidos junto a autoridades nacionales, el comité mostró su preocupación por el aumento de estos delitos con víctimas afroamericanas, indígenas, hispanas y asiáticas, así como la proliferación de propaganda racista en internet y redes sociales.
También denunció el incremento de “actividades promovidas por grupos violentos que incluyen organizaciones supremacistas blancas”, y la tendencia a no denunciarlas al FBI por parte de las fuerzas de seguridad, en un contexto en que estas denuncias son voluntarias y diversos grupos que incitan al odio racial no están prohibidos.
El informe del comité publicado hoy también critica la ausencia de un plan nacional para combatir la discriminación sistémica y estructural en los Estados Unidos, o la falta de progresos a la hora de establecer un mecanismo de coordinación para garantizar el cumplimiento de la Convención Internacional contra el Racismo.
El comité alerta sobre el incremento de las agresiones con arma de fuego en el país norteamericano, algo que afecta de forma desproporcionada a las minorías étnicas, y pide contrarrestarlo con medidas tales como la prohibición de las armas de asalto, o el establecimiento de más controles de armamento en lugares públicos.
Los 18 expertos del comité, presidido por la jamaicana Verene Albertha Shepherd, también criticaron el mantenimiento de la práctica de elaborar perfiles raciales para coordinar la actuación de las fuerzas de seguridad estadounidenses, pese a que el propio Gobierno reconoció ante la ONU que es “ilegal e ineficaz”.
El comité reiteró su preocupación por “la brutalidad y el uso de fuerza letal por parte de miembros de las fuerzas de seguridad contra miembros de minorías”, también en protestas por la defensa de sus derechos, y prácticas abusivas contra ellos por parte de la policía en aduanas y puestos fronterizos.
Los miembros de las minorías afectadas son además “desproporcionadamente detenidos, encarcelados, sometidos a aislamiento por largos periodos, o a agentes químicos como el gas pimienta”, además de recibir sentencias más duras, aseguraron los expertos del comité de Naciones Unidas.