La nueva explosión de COVID-19 disparó las investigaciones de contagio en los cruceros por parte de las autoridades en Estados Unidos, mientras algunas navieras endurecen las medidas y limitan más su ocupación con la esperanza de que la nueva y altamente contagiosa variante ómicron sea menos mortífera.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) de EE.UU. investigan el brote de los últimos siete días en 68 cruceros en plena época navideña, pese a la vacunación casi total de la tripulación y los pasajeros.
Michael Bayley, presidente de Royal Caribbean, empresa que detuvo por estos días las nuevas reservas para las primeras semanas de enero debido a ómicron, señaló que espera que se trate del “comienzo del fin de este virus y (…) su transformación para propagarse rápidamente y ser menos dañino, como el resfriado común (si se está vacunado)”.