Elementos del grupo de Homicidios de la Policía Ministerial realizan las diligencias de los distintos ataques que sufrieron elementos de la Policía Municipal, donde fueron asesinados dos, uno de ellos el comandante Román Favela Barraza en una tienda de abarrotes de la colonia Salvarcar que se encontraba suspendido en trámite administrativo en Asuntos Internos, así como el ataque armado en contra del oficial Jorge Armando Galindo López, quien estaba en su día franco pertenecía al grupo K-9, quien fue atacado en el cruce de las calles Francisco Pimentel y Tepetzingo de la colonia Álvaro Obregón cuando se encontraba en su carro Nissan Máxima, color gris y lesionado fue trasladado al FEMAP, sin embargo, llegó sin signos vitales.
Mientras que dos uniformados más resultaron lesionados el primero de ellos en una mano en el cruce del Boulevard Zaragoza y Júmanos, donde fue abatido un presunto sicario, mientras que en un centro comercial de las calles Acacias y Melchor Ocampo en la colonia Bellavista una oficial mujer resultó lesionada a balazos.
Jorge Nava López, Fiscal Zona Norte, dio a conocer que son eventos distintos y realizan las diligencias en cada uno para establecer que fue lo que sucedió y avanzar en el esclarecimiento de los casos, por lo que se registran las entrevistas con los involucrados por parte del Agente del Ministerio Público del Fuero Común.
Mientras tanto un civil que había sido privado de la libertad en el lugar donde asesinaron el mando policiaco fue acribillado en el cruce de las calles Puerto Huelva y Puerto Príncipe de la colonia Parajes del Valle, así mismo se informó que en otro enfrentamiento fueron abatidos otros dos presuntos delincuentes en el cruce de las calles Vía Toscana y Vía Siena del fraccionamiento La Sarzana.
En cada uno de los casos los Peritos en Criminalística de Campo procedieron con el levantamiento de evidencias casquillos, así como cinco chalecos antibalas, 7 armas largas y 3 cortas, las cuales enviaron al laboratorio para su análisis y ordenaron el traslado de los cadáveres al anfiteatro para que les practiquen la necropsia de ley, establecer la causa real de la muerte y su identificación.