Ante el brote de varicela que sufrieron los refugiados en el albergue Leona Vicario del gobierno federal, se informa que ya se tienen mejores condiciones tras la aplicación del protocolo de atención para evitar la propagación de este virus entre los migrantes que aún se mantienen en esta frontera, manifestó el delegado de los Programas Sociales del Bienestar Juan Carlos Loera de la Rosa.
Comentó que esa situación se vivió en los primeros días de diciembre y los contagios se presentaron en menores de edad principalmente, pero desde la detección se promueven esquemas de vigilancia médica para que se eliminen estos riesgos, sobre todo para las personas que van ingresando por primera vez a este refugio.
Loera de la Rosa precisó que actualmente se cuentan unas 600 personas provenientes de distintos países, pero en cada uno se procede a la revisión médica constante y se aplican los tratamientos adecuados para cada individuo.