Expertos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) informaron que se trabaja en un criadero especializado en la reproducción ex situ de ajolotes mexicanos, donde se hacen análisis de la variabilidad genética y detección molecular de patógenos, muy importantes para su reinserción en el hábitat. Durante el ciclo de conferencias Avances humanísticos y científicos mexicanos, convocado por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), destacó que 16 de las 32 especies de ajolote del género Ambystoma son endémicas de México.
Las especies mexicanas son una excelente fuente para hacer investigación en términos de conservación, metamorfosis y regeneración.
Respecto a la conservación y procuración, indicó que las investigaciones de estas especies no agudizan la situación de peligro de extinción en que se encuentran. “Contrario a lo que se malinforma, es gracias a las investigaciones que se han mantenido estos organismos ex situ en laboratorios de todo el mundo”.
Subrayó que los ajolotes que se usan para investigación en el mundo no corresponden a la especie endémica Ambystoma mexicanum, sino un híbrido criado ex situ con todos los permisos y con los que es posible avanzar en el desarrollo de proyectos de conservación y rescate.