Corea del Sur realizó este miércoles un ejercicio de defensa civil a nivel nacional, por primera vez en seis años. El simulacro forma parte de las respuestas a los repetidos lanzamientos de misiles de su vecino, Corea del Norte.
La maniobra comenzó después del mediodía, duró 20 minutos y supuso un escenario de emergencia, como un posible ataque aéreo norcoreano. Alrededor de 52 millones de residentes de Corea del Sur fueron convocados para practicar su evacuación a refugios o espacios subterráneos, sin embargo, varios residentes ignoraron la prueba y continuaron con sus actividades habituales.
“No sabía nada del simulacro. Y a la gente no parece importarle mucho. No creo que haya una guerra real tampoco”, dijo a Reuters Na Eun, un diseñador arquitectónico de 52 años.
Los simulacros no se habían realizado desde 2017, en medio del deshielo en las relaciones con Corea del Norte y el covid-19, informó la agencia Yonhap. Un total de 57 regiones designadas como zonas especiales de desastre, debido a las fuertes lluvias del mes pasado y al tifón Khanun, quedarían exentas del simulacro.
La práctica se llevó a cabo simultáneamente con los ejercicios anuales Ulchi Freedom Shield realizados en conjunto con el Ejército de EE.UU. para disuadir las amenazas nucleares y de misiles norcoreanas, y que concluirán el 31 de agosto. Este martes Piongyang comunicó a Japón que lanzaría un satélite entre el 24 y el 31 de agosto, su segundo intento este año, lo que provocó críticas de Tokio y Seúl.
La semana pasada, el presidente de EE.UU., Joe Biden, junto con su homólogo surcoreano, Yoon Suk-yeol, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, mantuvieron una reunión en la residencia de Camp David (EE.UU.). En un comunicado conjunto, los tres líderes anunciaron el compromiso de reforzar “la coordinación estratégica entre las alianzas EE.UU.-Japón y EE.UU.-Corea del Sur” y afirmaron que llevarían su “cooperación trilateral en materia de seguridad a nuevas cimas”.