Durante el pasado fin de semana, al menos 74 personas perdieron la vida y 197 resultaron heridas en 196 tiroteos registrados en distintos puntos de Estados Unidos, evidenciando un preocupante nivel de violencia.
Los hechos comenzaron el viernes con 65 tiroteos reportados, entre los cuales destaca el ocurrido frente a una preparatoria en Leland, Mississippi, considerado el más trágico del día, con seis muertos y 10 heridos.
El sábado fue el día con más incidentes, sumando 74 balaceras en total. La tragedia más grave ese día tuvo lugar en Pennsylvania, donde dos personas fallecieron.
El domingo se registraron 54 tiroteos, pero fue escenario de uno de los ataques más mortales: una balacera afuera de un bar en la Isla de Santa Helena que dejó cuatro muertos y 20 heridos.
Los cinco estados con mayor número de tiroteos fueron Texas (26), Illinois (17), Florida (15), Carolina del Norte (12) y Pennsylvania (10), que en conjunto concentran aproximadamente el 40% de los incidentes reportados.
De los agresores involucrados en estos ataques, solo seis presuntos responsables fueron abatidos y 16 resultaron heridos. Por otro lado, las autoridades lograron arrestar a 30 sospechosos, mientras que se estima que 144 tiradores permanecen libres, un dato alarmante para la seguridad pública en el país.
Estos episodios de violencia ocurren en un contexto político complejo, con el presidente Donald Trump participando en la firma del acuerdo de paz entre Israel y Hamás, y mientras el cierre de Gobierno continúa provocando despidos masivos a nivel nacional.
