Claudia Sheinbaum minimizó este lunes las críticas surgidas por la ubicación de Ricardo Monreal y Adán Augusto López durante el evento celebrado en el Zócalo de la Ciudad de México para conmemorar el primer año de su gobierno.
“Son chismes. No tiene nada de malo cómo se acomode la gente. No hay ningún mensaje, no hay nada”, afirmó la mandataria, restando importancia a las especulaciones sobre un posible significado político detrás de la distribución de los asistentes.
Durante la ceremonia, que contó con la presencia de figuras destacadas y controversiales de Morena, se observó que tanto Adán Augusto como Gerardo Fernández Noroña no ocuparon lugares privilegiados en el acto protocolario. Tampoco estuvieron en las primeras filas otros miembros relevantes del partido, lo que generó cuestionamientos en medios y redes sociales.
Además de los senadores de Morena, estuvieron presentes Manuel Velasco, coordinador de los senadores del Partido Verde, y Andrés Manuel López Beltrán, secretario de Organización de Morena, quienes se ubicaron detrás de la valla, en posiciones menos visibles.
La distribución de los lugares, aseguraron fuentes cercanas al equipo de Sheinbaum, respondió a cuestiones logísticas y de seguridad, sin ninguna intención de enviar mensajes políticos o marcar jerarquías internas.
Este evento tuvo como objetivo principal mostrar los avances y resultados del primer año de gobierno de Sheinbaum, con discursos y testimonios que resaltaron acciones en materia de movilidad, salud, seguridad y desarrollo social.
La polémica sobre la ubicación de algunos asistentes refleja la tensión y las distintas facciones dentro de Morena, partido que ha enfrentado varios retos internos durante la administración de Sheinbaum.
A pesar de las críticas, la mandataria se mantuvo firme en su postura y enfatizó que su prioridad es trabajar en beneficio de la ciudadanía, dejando de lado especulaciones y polémicas sin fundamento.
