Casi dos años después de la muerte de Matthew Perry, el actor que inmortalizó a Chandler Bing en Friends, una nueva revelación ha salido a la luz a través de la autobiografía póstuma del icónico cantante Ozzy Osbourne, titulada Last Rites. En ella, Osbourne revela un detalle personal sobre su relación con Perry, quien, según el músico, asistía a reuniones de Alcohólicos Anónimos (AA) que se realizaban en su propia casa como parte de sus esfuerzos por mantenerse sobrio.
El libro, que ha cautivado a sus lectores con las experiencias excéntricas y tumultuosas de Osbourne, sorprende al compartir esta faceta íntima de la vida del actor. Ozzy, conocido por sus excentricidades y su propio historial de excesos, admite que Perry solía asistir con frecuencia a su hogar para participar en estos encuentros, aunque con un toque de humor, el cantante reconoce que no recuerda todos los detalles:
“Solía venir a nuestra casa para reuniones de Alcohólicos Anónimos, o eso me dice mi esposa.”
— Ozzy Osbourne, en su libro.
Además, el músico describe a Perry como “un hombre talentoso y carismático” que luchaba con todas sus fuerzas contra las adicciones, añadiendo con tristeza:
“Había dado todo lo que tenía para mantenerse limpio. Pero no fue suficiente.”
Las palabras de Osbourne reflejan el profundo respeto y admiración que sentía por el actor, a pesar de los desafíos personales que ambos enfrentaron.
El vínculo entre Osbourne y Perry iba más allá del entretenimiento, ya que ambos compartían una batalla común: la lucha por la sobriedad. Ozzy ha sido muy abierto acerca de sus propios problemas con las drogas y el alcohol, y en Last Rites comparte que, durante años, su hogar fue un espacio de apoyo para otros artistas en recuperación.
Aunque no se sabe cuánto tiempo participó Perry en estas reuniones, las palabras del legendario rockero británico pintan una imagen más humana y empática de su relación con el actor, ofreciendo una visión sincera de cómo ambos lucharon por superar sus demonios internos.
Este toque personal de Ozzy Osbourne en su autobiografía nos recuerda la complejidad de las vidas de figuras públicas como Perry, cuyas batallas personales a menudo permanecen ocultas tras la imagen que proyectan en la pantalla.
