Este miércoles 22 de octubre de 2025, el presidente ruso, Vladimir Putin, supervisó en videoconferencia una serie de ejercicios de las fuerzas nucleares estratégicas de Rusia. Las maniobras incluyeron lanzamientos de misiles tanto desde la superficie como desde el aire, y fueron detalladas en un comunicado oficial del Kremlin.
Durante los ejercicios, el Ejército ruso realizó un lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental Yars desde el cosmódromo de Plesetsk, ubicado cerca del círculo polar ártico. El misil fue dirigido a un campo de entrenamiento en Kamchatka, en el Lejano Oriente ruso. Además, se lanzó un misil balístico Sineva desde un submarino en el mar de Barents, un proyectil con un alcance de hasta 11.500 km. También se efectuaron disparos de misiles de crucero desde bombarderos estratégicos rusos Tu-95MS. El Kremlin aseguró que “todas las tareas de los ejercicios se cumplieron con éxito”.
Este despliegue de poderío militar se lleva a cabo una semana después del inicio de los ejercicios anuales de la OTAN, que involucran a aproximadamente 2.000 efectivos de 14 países, 71 aviones y se desarrollan en diversas bases militares en Países Bajos, Bélgica, Reino Unido y Dinamarca, así como sobre el mar del Norte. Estos ejercicios son percibidos como una demostración de la capacidad nuclear de la Alianza Atlántica y su preparación ante posibles amenazas.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, destacó el interés de Rusia por estos ejercicios, subrayando que “siempre son objeto de especial atención por parte de nuestros militares”. Asimismo, aseguró que Rusia adopta “las medidas adecuadas” para asegurar su preparación y fortalecer su potencial militar frente a las acciones de la OTAN.
El aumento de las maniobras militares en ambos bloques refleja las crecientes tensiones geopolíticas en un contexto de incertidumbre sobre el equilibrio nuclear mundial.
