Por primera vez en la historia, Islandia ha registrado la presencia de mosquitos en su entorno natural, un país hasta ahora considerado libre de estas plagas. Un equipo de investigadores descubrió tres ejemplares de la especie Culiseta annulata —dos hembras y un macho— a unos 30 kilómetros al norte de la capital, Reikiavik.
El hallazgo se produjo mediante un método innovador: cuerdas sumergidas en una mezcla de vino caliente y azúcar, colgadas al aire libre para atraer insectos. Esta técnica permitió confirmar la presencia de los mosquitos, lo que indica un cambio potencial en el ecosistema islandés.
Aunque el clima más cálido asociado al cambio climático podría favorecer la proliferación de mosquitos en otras regiones, en este caso, los expertos señalan que la Culiseta annulata está adaptada a ambientes fríos y puede hibernar como adulta en refugios, lo que le permite prosperar incluso en climas exigentes. Se plantea que los mosquitos pudieron haber sido introducidos recientemente al país, posiblemente a través de barcos o contenedores, lo que aumenta la probabilidad de que se expandan por la isla.
Los científicos advierten sobre la necesidad de un monitoreo continuo, especialmente en la próxima primavera, para determinar si la especie logra establecerse permanentemente en Islandia, lo que podría tener implicaciones para el ecosistema local.
