La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ratificó que en 2026 no se implementarán nuevos impuestos y que las reformas fiscales previstas no afectarán de forma directa a la ciudadanía.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum señaló que el único cambio que podría tener un impacto directo es el relacionado con el impuesto a las bebidas azucaradas, aclarando que esta medida no responde a una necesidad recaudatoria, sino a un enfoque de salud pública, buscando reducir el consumo de refrescos por sus efectos negativos en la salud.
La mandataria también adelantó que, para el próximo año, se espera una recaudación adicional de hasta 400 mil millones de pesos, resultado de una mayor fiscalización y cambios en la Ley de Aduanas, más que por la creación de nuevos impuestos.
Además, Sheinbaum destacó que las nuevas medidas fiscales se dirigirán a sectores específicos, como el sistema bancario (en relación con las deducciones del Fobaproa), las cuotas migratorias y los licitantes extranjeros. En este sentido, la presidenta negó que se vayan a imponer gravámenes adicionales a los contribuyentes en general.
Finalmente, reiteró que el único impuesto con impacto directo en los ciudadanos sería el relacionado con las bebidas azucaradas, aunque no ofreció detalles sobre la posibilidad de nuevos impuestos a sectores como los videojuegos ni sobre el destino de los recursos recaudados.
