Tras más de cuatro décadas marcando el pulso de la cultura pop, MTV cerrará definitivamente varios de sus canales musicales el próximo 31 de diciembre. Paramount Global confirmó la decisión, que incluye el fin de transmisiones de MTV Music, MTV 80s, MTV 90s, Club MTV y MTV Live.
Aunque el canal principal de MTV continuará al aire, lo hará alejado por completo de su concepto original de “música 24/7”, enfocándose en contenido de entretenimiento y realities como Teen Mom y Geordie Shore. Así, se cierra un capítulo clave en la historia de la televisión musical.
El apagón comenzará en Reino Unido e Irlanda, para después extenderse a Francia, Alemania, Austria, Polonia, Hungría, Australia y Brasil. La medida forma parte de una reestructuración ligada a la fusión entre Paramount Global y Skydance Media, que incluye recortes de costos. Sin embargo, el trasfondo va más allá de lo financiero: se trata del reflejo de un cambio generacional en la forma de consumir música.
Desde su histórica primera emisión en 1981, con “Video Killed the Radio Star” de The Buggles, MTV no solo cambió la industria musical, sino también el lenguaje visual de una generación. Convirtió videos musicales en obras de arte y a sus protagonistas en íconos globales. En su apogeo, definió modas, actitudes y tendencias, siendo mucho más que un canal: fue una plataforma cultural.
Pero el auge de plataformas digitales como YouTube, Spotify y TikTok redefinió por completo el consumo de contenido musical, relegando a la televisión tradicional. En 2011, MTV dejó de emitir videos musicales en su canal principal, delegando esa función a sus señales alternas —las mismas que hoy anuncian su fin.
Aunque la marca MTV continuará a través de sus plataformas digitales y eventos como los VMAs y EMAs, el apagón de sus canales musicales marca el cierre simbólico de una era. Una era donde encender la televisión para descubrir un nuevo artista o esperar el estreno de un videoclip era parte de la experiencia colectiva de ser joven.
Como toda historia generacional, MTV tuvo un inicio brillante, una evolución inevitable y, ahora, un adiós melancólico. Y aunque su espíritu se reinvente, el mito del canal que puso imagen al sonido de millones, llegará a su fin tal como comenzó: con una canción que hablaba de lo inevitable.
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