En una entrevista con Carlos Rubén Luevano Ferrer, perito en investigaciones de criminología, licenciado en Derecho y Criminología, y con una maestría en Ciencias Penales y Criminalística, se confirmó que la incorporación de nuevos elementos a la Clave Única de Registro de Población (CURP) traerá múltiples beneficios para quienes respetan las leyes, pero complicará las cosas para los delincuentes.
Luevano Ferrer destacó que la nueva CURP biométrica, que eventualmente se convertirá en la identificación oficial número uno del país, desplazará a la credencial para votar o INE (Instituto Nacional Electoral). Esta nueva CURP incluirá fotografía, huellas dactilares y el escaneo del iris, lo que la convertirá en una herramienta mucho más precisa y confiable para la identificación de los ciudadanos.
Como complemento a esta nueva medida, el especialista mencionó que también podría agregarse la grabación de voz como un elemento adicional de seguridad, con el fin de prevenir fraudes realizados mediante mensajes de voz en aplicaciones como WhatsApp o en comunicaciones escritas. Sin embargo, subrayó que el desafío radica en la inteligencia artificial, ya que las autoridades investigadoras deben adelantarse a las nuevas tecnologías para poder identificar lo real de lo falso, especialmente en grabaciones manipuladas con herramientas de inteligencia artificial, como las que podrían generarse en cabinas de silencio.
En el ámbito de la criminalística, Luevano Ferrer explicó que la disciplina puede apoyarse en diversas herramientas para la identificación de criminales. Una de ellas es el estudio de la estomatología, que se subdivide en varias ramas: la odontología, que analiza los dientes; la rugoscopia, que estudia el paladar duro y las huellas de mordida; y la queiloscopia, que se ocupa del análisis del labio externo. Estas técnicas permiten identificar a un sospechoso a partir de evidencia física, y tras cotejar esta evidencia con las bases de datos disponibles, se puede confirmar o descartar su identidad.
El perito también hizo énfasis en que, a pesar de los intentos de suplantación de identidad, existen numerosos métodos para verificar o descartar la identidad de una persona. Entre estos métodos se incluyen la antropometría, la papiloscopía, la dactiloscopia y la pelmatoscopia, que permiten identificar huellas latentes. Además, el uso de la genética, particularmente el análisis de ADN, se convierte en una herramienta crucial para la identificación.
En cuanto a las medidas de prevención para evitar fraudes, como la suplantación de identidad, Luevano Ferrer explicó que, además del Número de Identificación Personal (NIP), se han implementado tecnologías como el reconocimiento de huella del iris y el tocado de piano (teclado táctil de seguridad), que brindan una capa adicional de protección. Sin embargo, reconoció que, a pesar de estos avances, la inteligencia artificial aún representa un desafío importante en la lucha contra la suplantación.
La implementación de la nueva CURP biométrica fortalecerá la base de datos de las autoridades, que ahora podrán contar con información adicional como huellas dactilares, fotografía y escaneo del iris. Esta mejora permitirá a las autoridades verificar o descartar identidades con mayor facilidad, lo que será particularmente útil en casos como desapariciones o investigaciones relacionadas con víctimas de delitos, como el caso del crematorio Plenitud.
Finalmente, Luevano Ferrer destacó que, aunque la nueva CURP biométrica representará un avance significativo en términos de seguridad, también significa que los ciudadanos quedarán oficialmente fichados en una base de datos nacional, lo que incrementa las capacidades de las autoridades para hacer cumplir la ley.
