La magistrada Janine Otálora Malassis, integrante de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), informó este lunes que dejará su cargo el próximo 31 de octubre, al rechazar la ampliación de su periodo establecida por la reciente reforma judicial.
A través de sus redes sociales, Otálora comunicó al Senado de la República su decisión de respetar el plazo original de su nombramiento, el cual comenzó en 2016 con una duración de nueve años.
“El día de hoy notifiqué al Senado mi decisión de acogerme a los términos de mi nombramiento como magistrada de Sala Superior del TEPJF, acorde con la protesta que rendí en 2016 por un periodo de nueve años. Por lo que concluiré mis funciones como magistrada el próximo 31 de octubre”, escribió la magistrada en su cuenta oficial.
Con esta decisión, declina la extensión de su encargo hasta 2027, dispuesta por la reforma judicial que pretendía garantizar la operatividad del Tribunal durante el proceso de elección y designación de nuevos juzgadores.
Regresa el pleno incompleto al TEPJF
La salida de Otálora dejará nuevamente incompleto el Pleno de la Sala Superior, situación que ya se había presentado entre 2023 y 2025, tras la salida de los magistrados Indalfer Infante González y Juan Luis Vargas Horacio, cuyos reemplazos fueron nombrados hasta este año por el Senado.
La renuncia voluntaria ocurre en un contexto de tensión institucional, en el que algunos actores del Poder Judicial han cuestionado los alcances de la reforma aprobada por el Congreso y su impacto en la independencia judicial. No obstante, Otálora no hizo alusión directa a estos factores en su anuncio.
Agradecimiento y cierre de ciclo
En su mensaje, la magistrada expresó su gratitud por haber formado parte del máximo órgano de justicia electoral del país:
“Fue un honor desempeñar el cargo de magistrada en el órgano de justicia constitucional electoral de última instancia. Agradezco la confianza que fue depositada en mi persona por el Pleno del Senado”, escribió.
Otálora también agradeció a quienes colaboraron en su ponencia durante los nueve años de su encargo.
Con su salida, el Senado deberá nombrar una nueva magistratura para mantener la operatividad del Tribunal Electoral, especialmente en un contexto de reformas y definiciones clave rumbo al proceso electoral de 2027.
