Florencio Peña, delegado del Instituto Chihuahuense de Infraestructura Física Educativa (Ichife), confirmó que el caso específico de la Escuela Primaria Nicolás Bravo y sus afectaciones se tratarán como patrimonio cultural. A pesar de no contar con una declaratoria oficial al respecto, se ha confirmado la visita de un estructurista que se encargará de evaluar el plantel y determinar la mejor forma de intervención.
Peña subrayó que, aunque el Ichife está brindando apoyo en la medida de sus posibilidades mediante trabajo y equipo, las acciones deberán ser dirigidas por especialistas, dado lo delicado de la situación. La escuela cuenta con una arquitectura de 125 años de antigüedad, por lo que, más que reparaciones, se requiere un enfoque de restauración.
Como medida preventiva para mitigar las afectaciones, se entregó impermeabilizante al plantel con el fin de evitar mayores daños por humedad en caso de lluvias. Mientras tanto, los especialistas determinarán el tipo de trabajo y el apoyo necesario por parte del Ichife. Peña destacó que, lejos de contribuir al bienestar de la estructura, el uso de maquinaria podría empeorar las condiciones del edificio.
